Como caminar descalzo por una alfombra de terciopelo bajo los efectos del MDMA, como ser capaz de respirar bajo el agua en un océano de otro planeta... Como todo eso y mucho más, este disco es verdaderamente especial, verdaderamente sobresaliente en muchos sentidos, facinante, una obra de arte y, desgraciadamente, demasiado desconocido para el público más joven.
Coco y Mario de Silvania caminaban un paso por delante en la España de los noventa, derrochando personalidad y mostrando un mundo propio totalmente insólito. Y Elefant levantaba el dedo por un grupo del que habría sido muy difícil tener noticias de otra manera.
En este segundo disco nos dejarían momentos para la posteridad como "Un bosque en la memoria", "Oval" o "El día del cielo"
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