13 mayo 2012

    Para todo un amante de lo germano, como un servidor, el unir las palabras Pop y Alemán siempre es sinónimo de emocionate, moderno y glamuroso; no en vano paso horas buscando pequeñas joyas del género en ebay. Por eso, cuando nuestro amigo Jose de La Casa de Arriba nos hablo de una actuación que tenía programada para un Miércoles de un joven teutón llamadado Peter Piek, no nos lo pensamos dos veces y nos presentamos en el bar para realizar uno de los descubrimientos más asombrosos de los últimos meses.




     De Peter Piek sabíamos que era un artista multidisciplinar procedente de Leizpig (Alemania) cantante, pintor y multiinstrumentista que estaba viajando bajo el lema  “I sing it in a song, I paint it on a wall” (“Lo canto en una canción, lo pinto en un muro”). Y habíamos visionado curiosamente su sitio web, de lo más entretenido y recomendable, donde expone parte de su trabajo pictórico, letras y otras cosas que nos permitieron formarnos una idea de cómo era su mundo...


    Cuando llegamos el concierto ya había comenzado, para ser más concretos el holandés Lucky Fonz III ya había comenzado. Con una serie de canciones de estilo pop desenfadado a lo Badly Drawn Boy se afanaba en quitar tensión al poco aforo asistente. No sé si bien por ignorancia o una vez más por culpa del fútbol eramos cuatro gatos. Sentado en  una mesa a la izquierda llamaba la antención un joven delgaducho con aspecto taciturno. Era él, Piter Piek.

Lucky Fonz III
      


    Antes de comenzar el concierto se dedicó a saludar y dar las gracias personalmente a los asistentes por acudir al evento, para después colgarse la guitarra y dejarnos a todos mudos con sus primerar palabras. Su timbre de voz es precioso, aterciopelado, era como ... ¿está cantando él de verdad?  No habían transcurrido 45 segundos de canción y ya éramos todos concientes de que teníamos algo realmente sobresaliente delante. Cierto es y hay que reseñar que, tanto Lucky Fonz III, que ahora de acompañaba al piano, como su compatriota germano a la batería, eran muy buenos músicos y compenetraban a la perfeción con él para deleitarnos con una serie de temas entre Folk a lo Ben Harper y Power Pop que a ratos recuerdaban a  Mathew Sweet o a Lemonheads en sus buenos tiempos.






  Con un set verdaderamente sencillo nos dieron una buena ración de pop sin artificios, trampa ni cartón, para presentarnos las canciones de su álbum que nos llevaríamos más tarde a casa dedicado y guardado como oro en paño sabiéndonos afotunados por haber disfrutado una vez más de un buen concierto, sin haberlo esperado, de un artista totalmente inédito en España y del que sin duda alguna volveremos a saber.

 Para cuando se publique esta reseña Peter aún estará tocando por España, así que, si aún teneis la oportunidad de asistir a alguna fecha, no lo dudeis. Como tampoco dejeis de visitar su web o haceros con una copia de su disco.



IJ


 

0 comentarios: