Estimadas gentes asiduas 
al “Fantailblog”
    Nos remontamos esta vez a los inicios del siglo pasado para 
hablarles de una mujer destacada en el mundo del Jazz y el Swing. Existieron 
muchas mujeres en aquella época, aparte de las grandes cantantes, que 
no tuvieron ningún problema en coger un instrumento musical y lograr 
una maestría envidiable. Es el caso de Viola Smith, una gran batería y percusionista, que alcanzó 
unos niveles de destreza muy altos. Además de tocar en orquestas importantes, 
fue conocida como la batería más rápida de América. Todo ello con 
el handicap 
de ser mujer en un mundo que era feudo de los hombres. 
    Viola Smith nació en 
1912 en Mount Calvary (Winsconsin, EEUU), en una familia numerosa. Ella 
era la octava de diez hermanos, de los cuales ocho eran mujeres. Su 
padre (que era corneta en una orquesta llamada Band) no dudó en animar a sus hijos a tocar, siendo él el 
que les asignó a cada uno su instrumento. La batería fue el instrumento 
con el que Viola daría salida a todo su talento, tomando clases de 
un amigo de la familia y convirtiéndose de esta manera en una de las 
primeras baterías de la historia. Las 8 hermanas montaron una orquesta 
y comenzaron a actuar en un local propiedad de su familia por el que 
además pasaban grandes músicos que influyeron en el aprendizaje de 
Viola. Con 12 años ya estaba girando junto a sus hermanas bajo el nombre 
de The Smith 
Sisters (al principio Schmitz Sisters). Tocaban en teatros y en el circuito de espectáculos 
de vaudeville 
de la RKO 
(Radio-Keith 
Orpheum), llegando a coincidir con las Andrews Sisters, el famoso grupo vocal que incluso cuenta con 
una numerosa filmografía grabada durante los años 40.
    The Smith Sisters acabaron 
disolviéndose cuando muchas de las hermanas se casaron o dieron prioridad 
a otras cuestiones. No obstante, Viola siguió tocando e involucrándose 
en otros proyectos. Trabajó en el programa de radio “Major Bowes Show” y en 1938, junto a su hermana Mildred, montó otra banda de chicas llamada The Coquettes. Esta orquesta alcanzó notable popularidad y 
también ayudó a incrementar la fama de Viola, que apareció en 1940 
en la portada de la revista Billboard y comenzó a ser conocida como la “Female Gene Kupa” (en referencia a otro gran batería de 
la época). Finalmente, The Coquettes acabarían disolviéndose en 1941 
y Viola, que incluso había rechazado con anterioridad una oferta de Woody Herman 
por no dejar a sus compañeras, comenzaría a tocar el vibráfono y 
los timbales con otra All Girl Band conocida como Phil Spitalny’s Hour of Charm Orchestra. 

Phil Spitalny (clarinetista y compositor nacido en el Imperio ruso en 1890), junto a la violinista Evelin Silverston (con la que se casaría), eligió a 22 mujeres entre 1000 para montar una orquesta formada exclusivamente por mujeres blancas. Esta orquesta aparecería en el programa radiofónico The Hour Of Charm. Como curiosidad, permítanme el apunte de que todas las mujeres que entraban en esta orquesta tenían que firmar un contrato en el cual se comprometían a no casarse durante dos años. Este contrato afectó incluso Phil y Evelin.
   Cuando Viola conoció a Spitalny, aun tocaba en The Coquettes. 
De hecho, fue la mismísima Viola la que invitó a Spitalny para que 
la viese en acción junto a sus compañeras. Con esto buscaba un cambio 
para el futuro que la estabilizase, ya que se encontraba cansada de 
tanto viajar. Parece ser que esta audición resultó un desastre debido 
al sabotaje de la Coquette Rose Gilmartin, a la que Viola recuerda como una bromista que 
era capaz de tocar dos clarinetes a la vez. Lejos de ver el hecho como 
algo frustrante, nuestra protagonista recuerda este episodio como un 
suceso divertido. Fue un año después de la separación de The Coquettes 
cuando Phil Spitalny necesitó una nueva batería para The Hour Of Charm y llamó a Viola para una nueva audición. 
Viola fue fichada y permaneció con ellas hasta 1952. Les dejamos un 
link a uno de los programas de The Hour Of Charm ya que merece la pena su escucha. Este tiempo 
trabajando con The Hour Of Charm, le dejaba a Viola el tiempo necesario para 
seguir estudiando. Y a eso se dedicó. Entre sus profesores cuentan Saul Goodman 
(New York´s 
Juilliard School Of Music), Karl Glassman (NBC Symphony Orchestra) y el batería de swing Cozy Cole.
    Durante la Segunda Guerra 
Mundial las bandas femeninas tuvieron bastante presencia. Hay que tener 
en cuenta que muchos músicos masculinos fueron llamados a filas dejando 
vacantes sus puestos. Viola fue una de las que reivindicó (en contra 
de la opinión de muchos “entendidos”) la capacidad de las mujeres 
músicos, para ocupar estos puestos. Esto generó bastante controversia. 
Un ejemplo de la polémica fueron las reacciones que generaron sus declaraciones 
en Down Beat 
Magazine en 1942. Ella opinaba que mejor que sustituir a los 
grandes músicos por otros de talento mediocre, era preferible contar 
con las grandes mujeres músicos del país. Estas eran unas declaraciones 
que iban en contra de la opinión mayoritaria que veía a la mujer como 
un ama de casa necesitada de ayuda constante. Viola, aseguraba que había 
muchas mujeres saxofonistas o trompetistas de gran calidad y que podrían 
aguantar perfectamente largas giras. Estas declaraciones levantaron 
ampollas y algunos lectores respondieron a la revista con comentarios 
que expresaban la opinión de que las mujeres deberían meterse en sus 
asuntos y dejar estas cuestiones a los que realmente entienden, que 
son los hombres. Algunos lectores llegaron incluso a asegurar que lo 
mejor sería sustituir a estos músicos por músicos de generaciones 
pasadas como Joe Sullivan o George Wettling, que lo harían mejor que 
unas amas de casa fanáticas. 
    Realmente las mujeres 
acabaron dando buena cuenta de lo que eran capaces y Viola cree que, 
tras la Segunda Guerra Mundial, fueron tomadas más en serio como músicos. 
También asegura que a ella, otros hombres músicos, la trataban como 
a “una de ellos”.
    Viola, también participó en alguna película de Abott & Costello y tocó con grandes artistas como Ella Fitzgerald 
o Frank Sinatra. 
En los años 60 se estableció en Broadway, trabajando en el espectáculo Cabaret, como 
batería de la banda de chicas Kit Kat Club´s. Toda su vida ha estado dedicada a la música 
y, a día de hoy, cuando acaba de cumplir 100 años, sigue involucrada 
en el mundo de la percusión ofreciendo clases. Cuando se le pregunta 
por su longevidad, responde que el ejercicio que hace tocando la batería, 
los libros de una autora llamada Adelle Davis y el hábito de cenar 
con dos copas de vino (adquirido durante unos viajes a Europa en los 
años 40), tienen mucho que ver.
 
    A la “America´s fastest girl drummer” también se le reconoció un estilo peculiar, al llevar un set de batería de hasta 12 tambores, incluyendo timbales tanto a su derecha como a su izquierda. Además ha llegado a ser la imagen de grandes marcas de baterías e instrumentos de percusión, como Zildjian o Ludwig.
    No sabría decirles 
que me maravilla más. Si su velocidad como batería, su naturalidad 
en la ejecución (parece que no haga más esfuerzo que el que está realizando 
un servidor con el teclado al escribir estas líneas) o la lucidez que 
muestra a sus 100 años en las entrevistas en las que, de manera divertida, 
cuenta anécdotas sobre sus años jóvenes. Les adjuntamos para terminar 
un video en el que aparecen The Coquettes y en el que Viola ejecuta 
unos solos elegantes que les gustarán si son ustedes de los que se 
fijan en ese instrumento que siempre suele estar detrás.
    Les saluda atentamente,
 



 
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