Al menos una vez a la semana, algún disco de Krafwerk termina girando en el plato del salón de casa y, ponga lo que ponga, continúa sonándome totalmente cautivador, místico diría yo. Puede que este no sea su trabajo más exitoso pero es verdaderamente importante dentro de la historia del grupo, ya que supondría un cambio en la forma de hacer las cosas después de que el grupo terminase la construción de Kling Klang, su propio estudio de grabación.
Por lo demás el disco facilitaría las cosas al grupo en Europa sin lograr el mismo éxito en USA que su anterior trabajo. Tendría como eje temático la comunicación radiofónica y contarían con Emil Schult para las letras y arte del álbum dando nuevamente, como en "Autobahn", una lección de modernidad y un paso de gigante en el futuro de la música electrónica.
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