Y por este disco entré a la música negra y el sampling.... Puede parecer algo loco pero es así. Todo el Motown
que hay en él me hizo plantearme que tal vez todos esos discos de soul
que tenía mi hermano mayor no estaban nada mal y quizás merecían una
escucha.
Pero bueno, quien lo conozca bien sabe que hay mucho más en él que momentos negros y que Ibon, Teresa y compañía ya bebían de múltiples fuentes que harían de Le Mans un producto totalmente insólito en la España de 1994 (ya hace 18 años).
Tal vez lo que más me fascina de Le Mans, y
concretamente de este disco, es la pasmosa habilidad para hacer que
parezca fácil lo difícil y sencillo lo que desde aquel entonces otros
han intentado hacer sin tan siquiera aproximarse a ello.
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