12 enero 2013



    Viola Smith en 1939.
 
    Estimadas gentes asiduas al “Fantailblog”

    Nos remontamos esta vez a los inicios del siglo pasado para hablarles de una mujer destacada en el mundo del Jazz y el Swing. Existieron muchas mujeres en aquella época, aparte de las grandes cantantes, que no tuvieron ningún problema en coger un instrumento musical y lograr una maestría envidiable. Es el caso de Viola Smith, una gran batería y percusionista, que alcanzó unos niveles de destreza muy altos. Además de tocar en orquestas importantes, fue conocida como la batería más rápida de América. Todo ello con el handicap de ser mujer en un mundo que era feudo de los hombres.

    Viola Smith nació en 1912 en Mount Calvary (Winsconsin, EEUU), en una familia numerosa. Ella era la octava de diez hermanos, de los cuales ocho eran mujeres. Su padre (que era corneta en una orquesta llamada Band) no dudó en animar a sus hijos a tocar, siendo él el que les asignó a cada uno su instrumento. La batería fue el instrumento con el que Viola daría salida a todo su talento, tomando clases de un amigo de la familia y convirtiéndose de esta manera en una de las primeras baterías de la historia. Las 8 hermanas montaron una orquesta y comenzaron a actuar en un local propiedad de su familia por el que además pasaban grandes músicos que influyeron en el aprendizaje de Viola. Con 12 años ya estaba girando junto a sus hermanas bajo el nombre de The Smith Sisters (al principio Schmitz Sisters). Tocaban en teatros y en el circuito de espectáculos de vaudeville de la RKO (Radio-Keith Orpheum), llegando a coincidir con las Andrews Sisters, el famoso grupo vocal que incluso cuenta con una numerosa filmografía grabada durante los años 40.

    The Smith Sisters acabaron disolviéndose cuando muchas de las hermanas se casaron o dieron prioridad a otras cuestiones. No obstante, Viola siguió tocando e involucrándose en otros proyectos. Trabajó en el programa de radio “Major Bowes Show” y en 1938, junto a su hermana Mildred, montó otra banda de chicas llamada The Coquettes. Esta orquesta alcanzó notable popularidad y también ayudó a incrementar la fama de Viola, que apareció en 1940 en la portada de la revista Billboard y comenzó a ser conocida como la “Female Gene Kupa” (en referencia a otro gran batería de la época). Finalmente, The Coquettes acabarían disolviéndose en 1941 y Viola, que incluso había rechazado con anterioridad una oferta de Woody Herman por no dejar a sus compañeras, comenzaría a tocar el vibráfono y los timbales con otra All Girl Band conocida como Phil Spitalny’s Hour of Charm Orchestra







 

    

Phil Spitalny (clarinetista y compositor nacido en el Imperio ruso en 1890), junto a la violinista Evelin Silverston (con la que se casaría), eligió a 22 mujeres entre 1000 para montar una orquesta formada exclusivamente por mujeres blancas. Esta orquesta aparecería en el programa radiofónico The Hour Of Charm. Como curiosidad, permítanme el apunte de que todas las mujeres que entraban en esta orquesta tenían que firmar un contrato en el cual se comprometían a no casarse durante dos años. Este contrato afectó incluso Phil y Evelin.

   Cuando Viola conoció a Spitalny, aun tocaba en The Coquettes. De hecho, fue la mismísima Viola la que invitó a Spitalny para que la viese en acción junto a sus compañeras. Con esto buscaba un cambio para el futuro que la estabilizase, ya que se encontraba cansada de tanto viajar. Parece ser que esta audición resultó un desastre debido al sabotaje de la Coquette Rose Gilmartin, a la que Viola recuerda como una bromista que era capaz de tocar dos clarinetes a la vez. Lejos de ver el hecho como algo frustrante, nuestra protagonista recuerda este episodio como un suceso divertido. Fue un año después de la separación de The Coquettes cuando Phil Spitalny necesitó una nueva batería para The Hour Of Charm y llamó a Viola para una nueva audición. Viola fue fichada y permaneció con ellas hasta 1952. Les dejamos un link a uno de los programas de The Hour Of Charm ya que merece la pena su escucha. Este tiempo trabajando con The Hour Of Charm, le dejaba a Viola el tiempo necesario para seguir estudiando. Y a eso se dedicó. Entre sus profesores cuentan Saul Goodman (New York´s Juilliard School Of Music), Karl Glassman (NBC Symphony Orchestra) y el batería de swing Cozy Cole.

    Durante la Segunda Guerra Mundial las bandas femeninas tuvieron bastante presencia. Hay que tener en cuenta que muchos músicos masculinos fueron llamados a filas dejando vacantes sus puestos. Viola fue una de las que reivindicó (en contra de la opinión de muchos “entendidos”) la capacidad de las mujeres músicos, para ocupar estos puestos. Esto generó bastante controversia. Un ejemplo de la polémica fueron las reacciones que generaron sus declaraciones en Down Beat Magazine en 1942. Ella opinaba que mejor que sustituir a los grandes músicos por otros de talento mediocre, era preferible contar con las grandes mujeres músicos del país. Estas eran unas declaraciones que iban en contra de la opinión mayoritaria que veía a la mujer como un ama de casa necesitada de ayuda constante. Viola, aseguraba que había muchas mujeres saxofonistas o trompetistas de gran calidad y que podrían aguantar perfectamente largas giras. Estas declaraciones levantaron ampollas y algunos lectores respondieron a la revista con comentarios que expresaban la opinión de que las mujeres deberían meterse en sus asuntos y dejar estas cuestiones a los que realmente entienden, que son los hombres. Algunos lectores llegaron incluso a asegurar que lo mejor sería sustituir a estos músicos por músicos de generaciones pasadas como Joe Sullivan o George Wettling, que lo harían mejor que unas amas de casa fanáticas.

    Realmente las mujeres acabaron dando buena cuenta de lo que eran capaces y Viola cree que, tras la Segunda Guerra Mundial, fueron tomadas más en serio como músicos. También asegura que a ella, otros hombres músicos, la trataban como a “una de ellos”.


    Viola, también participó en alguna película de Abott & Costello y tocó con grandes artistas como Ella Fitzgerald o Frank Sinatra. En los años 60 se estableció en Broadway, trabajando en el espectáculo Cabaret, como batería de la banda de chicas Kit Kat Club´s. Toda su vida ha estado dedicada a la música y, a día de hoy, cuando acaba de cumplir 100 años, sigue involucrada en el mundo de la percusión ofreciendo clases. Cuando se le pregunta por su longevidad, responde que el ejercicio que hace tocando la batería, los libros de una autora llamada Adelle Davis y el hábito de cenar con dos copas de vino (adquirido durante unos viajes a Europa en los años 40), tienen mucho que ver.
    
 A la “America´s fastest girl drummer” también se le reconoció un estilo peculiar, al llevar un set de batería de hasta 12 tambores, incluyendo timbales tanto a su derecha como a su izquierda. Además ha llegado a ser la imagen de grandes marcas de baterías e instrumentos de percusión, como Zildjian o Ludwig.  

    No sabría decirles que me maravilla más. Si su velocidad como batería, su naturalidad en la ejecución (parece que no haga más esfuerzo que el que está realizando un servidor con el teclado al escribir estas líneas) o la lucidez que muestra a sus 100 años en las entrevistas en las que, de manera divertida, cuenta anécdotas sobre sus años jóvenes. Les adjuntamos para terminar un video en el que aparecen The Coquettes y en el que Viola ejecuta unos solos elegantes que les gustarán si son ustedes de los que se fijan en ese instrumento que siempre suele estar detrás.

    Les saluda atentamente,

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