Entre tanto revival noise-pop y ruidista y con todo este ambiente 90s de excesiva reivindicación del C-86 que ya comienza a retufarme un poco últimamente (parece que algunos han descubierlo la pólvora), es genial poder escapar hacia atrás y escuchar un grupo como Juventud Juché para adentrarse en un interesante viaje Post-Punk y Hard-Core de seis etapas de menos de minuto y medio y así podernos situar en la primera mitad californiana de los años ´80.
La primera escucha del grupo me pilló un poco por sorpresa y al finalizarla no me quedó más remedio que rescatar algunas escuchas nostálgicas del sello Alternative Tentacles y rememorar algunos de los momentos más míticos de la etiqueta del amigo Jello Biafra.IJ

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